La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto Filosofía en español
Benito Jerónimo Feijoo 1676-1764

Cartas eruditas y curiosas / Tomo tercero
Carta I

Falibilidad de los Adagios


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1. [1]A buena hora viene Vmd. a redarguirme el primer Discurso del Teatro Crítico. A buena hora, digo, o a buen tiempo; porque ya pasó tanto desde que se dio a la estampa aquel Discurso, que ya no se me puede impugnar el juicio posesorio, y es poco papel una Carta para disputármele en la propriedad. Sin embargo no rehuso el litigio entretanto que no se producen mejores instrumentos, que el que Vmd. exhibe.

2. Toda la impugnación de Vmd. se reduce a que la proposición de que la voz del Pueblo es voz de Dios, es Adagio, por consiguiente debo admitirla como verdadera, porque los Adagios son Evangelios breves. ¡Grande argumento! Sí Señor: El que la voz del Pueblo es voz de Dios, es un adagio; pero el que los Adagios son Evangelios breves es otro adagio; y quien niega la verdad del primero, dicho se está, que ha de negar la verdad del segundo. Con que es menester, que Vmd. pruebe ésta; y si sólo la prueba con otro adagio, y aunque sea con mil adagios, nada tenemos; porque si a mí la cualidad del Adagio en una proposición no me hace fuerza para admitirla como verdadera, lo mismo será de otra cualquiera que se me quiera hacer tragar por ese título.

3. Mas ya parece que Vmd. olió algo de esta solución, cuando añade, que el que los Adagios son Evangelios breves lo dice todo el Mundo, y no puede sin temeridad negarse por un hombre sólo lo que los demás afirman. Señor mío, el que todo el Mundo dice, así sea, como otras cosas, se cuenta de muchas maneras. Mil veces de palabra, y por escrito me han rallado los ojos, y los oídos, y mucho más las potencias internas con esa cantinela. Cualquiera que pronuncia, que todo el Mundo afirma tal, o tal [2] cosa, ¿tomó por ventura uno por uno, ni aun en montón, el parecer de todos los hombres? Todo lo que puede significar esa absoluta de todo el Mundo, bien entendida es, que el vulgo lo dice así comúnmente. ¿Y qué fuerza debe hacer que el vulgo lo diga? ¿Ni que lo digan la mayor, y aun máxima parte de los hombres que tratamos? En la Sagrada Escritura leo, que es infinito el número de los tontos; y en ninguna Escritura, ni Sagrada, ni Profana, leo que sea infinito el número de los Sabios, Discretos, y Prudentes.

4. Bastaba lo dicho para mi defensa; pero a más aspiro, que es mostrar a Vmd. que hay muchos Adagios, no sólo falsos, sino injustos, inicuos, escandalosos, desnudos de toda apariencia de fundamentos, y también contradictorios unos a otros. Por consiguietne es una necedad insigne el reconocer en los Adagios la prerrogativa de Evangelios breves. Vaya Vmd. teniendo cuenta con los que siguen.

5. Bien sabe la rosa en qué mano posa. ¿En qué sentido será verdad esto? Y queda muy satisfecha una mozuela cuando pretende adularla con este adagio un barbiponiente mentecato, con ocasión de verle una rosa en la mano. Ni aun como expresión figurada se le puede adaptar alguna significación verdadera.

Casa sucia, huéspedes anuncia. Antes lo contrario, pues el que espera huéspedes procura la limpieza de la casa. Así hay otro adagio contrario a éste, que dice: Casa barrida, y mesa puesta huéspedes espera.

Tapar la nariz, y comer la Perdiz. Quiere decir, que la mayor sazón de la perdiz es cuando empieza a oler mal. Muy depravado gusto tiene quien la halla más grata al paladar cuando empieza a corromperse.

Ni moza Marina, ni mozo Pedro en casa. ¡Insigne desatino! Como si las costumbres, o las almas tuviesen conexión con los nombres.

Constanza, ni ésa se críe, ni otra nazca. Digo lo mismo de este adagio que del antecedente.

Dos Juanes, y un Pedro hacen un asno entero. Otro que bien baila. Harían muy mal los Párrocos en poner el nombre [3] de Juan, o Pedro a alguno, porque sería condenarle a ser una tercera parte de asno.

Ni Sábado sin Sol, ni moza sin amor, ni viejo sin dolor. He observado falso lo primero, y todos pueden haber observado que también es falso lo segundo.

No hay hermosa si no toca en Roma. Creo que todos tienen esa configuración de la nariz por algo defectuosa.

Por San Matías iguala la noche con el día. Aún es por San Matías mucho menor el día que la noche.

Por San Andrés crece el día un es no es. Ni aun veinte días más adelante crece poco, ni mucho.

Por Santa Lucía crece el día un paso de gallina. Ni aun ocho días después empieza a crecer.

Cuando menguare la Luna no siembre cosa alguna. No en una parte sola de mis Escritos tengo mostrado, que estas observaciones Lunares no tienen fundamento alguno, y pueden muchas veces perjudicar a los que las creen. Pongo por ejemplo: Dejará un Labrador de sembrar en menguante, fundado en el adagio, aunque haya entonces un bellísimo tiempo para sembrar; y en la creciente inmediata vendrá mal tiempo, con que hará una sementera infeliz.

Rencilla de por San Juan, paz para todo el año. ¿Qué conexión tiene la riña en este día con la paz en todos los demás hasta otro San Juan?

A buen comer, mal comer, tres veces beber. Regla de régimen disparatada: lo uno, porque la bebida debe proporcionarse, ya a la cantidad, ya a la calidad de la comida, ya a la sed, y temperamento del sujeto: lo otro, porque supuesto que la bebida no exceda en la cantidad, o en la cualidad, lo mismo es que se divida en tres haustos que en seis.

Agua fría, sarna cría, agua roja sarna escosca. Quiere decir, que el vino es saludable para los sarnosos. No sé que aprueben esta receta los Médicos.

Al quinto día verás qué mes tendrás. Entiéndese del quinto día de la Luna, y está bastantemente vulgarizado este pronóstico; pero mil observaciones me han demostrado que [4] así éste, como los que se hacen por plenilunios, conjunciones, y cuadrantes enteramente carecen de fundamento.

Echate al Oriente, echarte has sano, levantarte has doliente. Supongo significa, que es enfermizo dormir con la delantera hacia Oriente. ¡Cosa ridícula!

Más se detiene que hija en el vientre. Supone que los partos de hembras son más tardos. La experiencia lo contradice. Caeteris paribus, a igual espacio de tiempo vienen las hembras que los varones.

Mientras el discreto piensa, hace el necio la hacienda. Significa que el necio se aprovecha de la oportunidad obrando a tiempo, y el discreto pierde la coyuntura por detenerse en meditar las cosás más que dicta la razón; lo cual es lo mismo que decir, que el necio es discreto, y el discreto necio.

6. Ni Judío necio, ni liebre perezosa. Supongo que en cuanto a la primera parte es locución hiperbólica, y que no significa otra cosa, sino que la Nación Judáica es por lo común más hábil, y despierta que otras. Pero yo pienso que no hay gente más necia en el Mundo que la que mil setecientos años después que vino el Mesías, aún le está esperando como venidero. Ni hay que oponerme que en todos tiempos hubo hombres agudísimos, que desbarraron en materias de Religión. La necedad, o ceguera de los Judíos es muy especial. Ellos vieron un tiempo los prodigios de Cristo, y hoy tienen siempre en las manos, y reconocen por divinamente dictadas las Profecías del Viejo Testamento, que les están dando con el desengaño en los ojos, y a todo resiste su insensatez. Si se me alega su habilidad para la negociación, respondo que cualquiera otra gente que se hallase como la Judáica sin suelo estable, y se dedicase al comercio, sería tan hábil como ella. Este es todo su estudio, ésta toda la enseñanza que dan los padres a los hijos. Y se debe añadir, que no conduce poco a poco a sus ventajas en el comercio lo poco escrupulosos que son sobre el capítulo de la usura. Acá tenemos, en los que llaman Gitanos, un ejemplo de lo mucho que [5] habilita una gente para la negociación el no tener tierra que trabajar, ni otro oficio de que vivir. Nadie ignora la incomparable habilidad de los Gitanos para engañar en la venta, y trueque de bestias de carga. ¿Diremos por eso, que ésta es una gente de especial ingenio?

7. Pascua Marzal, hambre, o mortandad. No sólo es falso, mas parece incide en aquella especie de superstición que se llama vana observancia. ¿Qué conexión tiene lo uno con lo otro? El que la Festividad Santa de la Pascua caiga en Marzo, o en Abril induce, ni puede inducir, ni en el Globo Terráqueo, ni en la Atmósfera, ni en algunos de los cuerpos Celestes alguna cualidad, o disposición, de donde venga el influjo de hambre, o mortandad.

El mozo durmiendo sana, y el viejo se acaba. Tanto, y aún más daño hace la vigilia a los viejos como a los mozos.

8. Después de comer dormir, después de cenar pasos mil. Venga de donde quisiese este consejo de la Escuela Salernitana, o de otra parte, no le tengo por saludable: la agitación, estando lleno el estómago, que sea después de cenar, que después de comer, es mala. El ejercicio se debe hacer, no después, sino antes de comer, o por lo menos cuatro, o cinco horas después de la comida.

Si quisieses vivir sano, la ropa que traes por Invierno traela por Verano. Si no se le da el sentido que propongo en el primer Tomo del Teatro Crítico, Disc. 6, es el adagio irracional, y bárbaro, como opuesto a lo que a todos dicta, y aun de todos exige la naturaleza.

Buenas palabras, y malos hechos engañan necios, y cuerdos. No pueden las dos cosas juntas engañar, sino a necios, y muy necios.

Ante la puerta del rezador nunca eches trigo al Sol. Temerario, impío, y escandaloso, pues derechamente va a desconfiar de la fidelidad, y limpieza de la gente devota.

Abriles, y Condes los más son Traidores. ¿Por qué más los Condes, que Duques, que Marqueses, simples Caballeros, &c? ¿Y por qué más los Nobles que los que no lo son? Este [6] adagio sería forjado por sujeto a quien algún Conde hizo alguna pesada burla.

Del bueno no fiar, y al malo echar. Máxima bestial en cuanto a la primera parte: pues si del bueno no se ha de fiar, de nadie se ha de fiar: lo que admitido haría desconsoladísima la vida humana.

9. Dí a tu amigo el secreto, y tenerte ha el pie en el pescuezo. Induce a una universal desconfianza como el pasado. Opuesto a este adagio, y muy racional, y político es el del Portugües: A bon amigo naoencubras segredo, porque das causa a perdelo. La razón es clara, porque ¿cómo podré mirar como amigo a quien veo que no se fía de mí?

Entre dos amigos un Notario, y dos testigos. Aun más fuertemente que los antecedentes persuade a la desconfianza recíproca, y universal.

Oficial que no miente salga de entre la gente. Quiere decir, que tendrá poca ganancia el Oficial que no fuere mentiroso; y lo contrario sucede, pues comúnmente son más buscados los que se experimentan verídicos.

Cien Sastres, cien Molineros, y cien Tejedores, hacen justos Trescientos Ladrones. El Oficio de Sastre, a la verdad, es muy ocasionado a la suciedad de manos, y de conciencia, y pocos hay de quienes se pueda fiar enteramente por lo que Quevedo con sumo donaire llamó Sastres Monteses a los Salteadores de caminos. Mas Molineros, y Tejedores no veo por dónde merezcan más esta nota que los Profesores de otros muchos Oficios mecánicos.

10. El mozo no ha la culpa, que la moza se lo busca. Lo contrario es lo que sucede comunísimamente, o casi siempre. Como tales simplezas dicta el plebeyo prurito de hablar mal en común de las mujeres. Un Adagio hay Italiano diametralmente opuesto al Castellano, que es éste: Ogni femina é casta, se non ha chi la caza. Toda mujer es casta, si falta quien la provoca.

La mujer, y lo empedrado siempre quiere andar hollado. Quiere decir, que a la mujer continuamente se ha de pisar, [7] ajar, y aun golpear. ¡Qué consejo tan conforme a las santas Leyes del Matrimonio! Muy conforme a éste es el que le sigue.

La mujer, y la candela, tuércele el cuello, si la quieres buena. Pero opuesto a éste, y al antecedente es otro que dice: La mula, y la mujer por alago hacen el mandado. Y éste sí que es racional, y Cristiano; los otros dos fueron inventados por hombres bestiales, y sólo hombres bestiales los practican.

Quien no miente, no viene de buena gente. Esto es decir, que es calidad privativamente propia de los Nobles ser mentirosos. Blasfemia política, y que también puede ser perniciosa en lo Moral, pues acaso algunos tontos, asintiendo al Adagio, mentirán por acreditarse de Nobles.

11. Los Adagios, que se siguen, todos son satíricos respecto de algunas Provincias, o Pueblos. Esto bastaba para conocer que son falsos. Pues es cierto que en todas partes hay de todo, bueno, y malo. Ni cada uno de estos Adagios ha tenido otro origen que la malignidad de alguno, que hallándose resentido de otro, natural de tal Provincia, o Pueblo, extendiendo su irritación a todos los demás naturales, quiso vengarse, poniendo en consonante, o asonante alguna sentencia infamatoria de todos.

Ni Perro, ni Negro, ni mozo Gallego. A mí no me coge, porque ya soy viejo; pero más quisiera que me cogiera. Si habla de los mozos de servicio, desmentirán el Adagio muchos de otras Naciones, que por lo común acreditan de muy fieles a los Criados Gallegos.

Palencia la necia, quien te oye te desprecia. Supongo que hay en Palencia discretos, y necios como en otras partes; y que serán más los necios que los discretos, como en todo el Mundo.

Asturiano, ni mulo, ninguno. Es falso en una, y otra parte. Hay muchos mulos buenos, y muchos Asturianos bonísimos. Y es cierto, que si el Adagio fuese verdadero, no viviría yo en Asturias. [8] Del Toledano, guárdate de él tarde, o temprano. Dudo que algún Pueblo de España haya honrado toda la Nación con más ilustres sujetos en Letras, Armas, y Santidad, que la Imperial Toledo. Y en cuanto a desconfiar de todo Toledano está contra el Adagio no menos que todo el Concilio Tridentino, que fió al Sapientísimo, e Ilustrísimo Toledano el Señor Covarrubias una cosa de tanta importancia, y gravedad para toda la Iglesia, como la formación de los Decretos de Reforma.

Del Andaluz guarda tu capuz. Otro semejante, y que comprehende mucho más el siguiente.

Al Andaluz hazle la Cruz, al Sevillano con una, y otra mano, al Cordobés con manos, y pies. Alguno que viajaría por Andalucía, y llevaría muchos palos en Sevilla, y Córdoba, por haberlos merecido, inventaría estos Adagios. Y téngase esto por dicho para los Autores de todos los demás de esta especie.

12. Cuchillo Pamplonés, y zapato de valdrés, y amigo Burgalés, guárdeme Dios de todos tres. He conocido algunos Burgaleses muy finos amigos de sus amigos.

Gato Segoviano, colmillos agudos, y fíngese sano. En todas partes hay gatos de estas calidades; y nunca oí cosa de Segovia por donde merezca la especial adaptación del Adagio.

Obispo de Calahorra, que hace los asnos de corona. Esto significa, que los naturales de la Diócesis de Calahorra son muy rudos. Mi experiencia y la de otros muchos califica todo lo contrario.

Aprendiz de Portugal no sabe coser, y quiere cortar. No sé qué cosa son los Sastres Portugueses. Pero discurro que habiendo producido aquel Reino muchos hombres habilísimos en otras Artes; también habra dado, y estará dando buenos Sastres.

13. Tierra de Campos, tierra de diablos, sueltan los perros, y atan los cantos. Esto se dice porque en aquella tierra tienen para custodia de los ganados unos mastinotes, de los cuales tal vez algún mal criado se desmanda contra los [9] caminantes; bien que yo nunca lo ví, aunque anduve por tierra de Campos muchas veces. Que atan los cantos es locución figurada; esto es, que por la mayor parte no los hay en aquella tierra. Sea lo que fuere de esto, yo siempre tendré, no por tierra de diablos, sino por tierra de Dios la que produce mucho, y buen pan. Y por lo que mira a los naturales del País, más autorizada está el bonus vir de Campis que el adagio propuesto.

El viento, y el varón no es bueno de Aragón. Entiéndase el Adagista con las dos Iglesias, Militante, y Triunfante, a quienes dio tantos ilustres Santos Aragón. Entiéndase con las Historias Profanas, donde se encuentran tantos Héroes Aragoneses; y por lo que mira a las Letras, quisiera tener presente al Adagista para preguntarle, si su Patria había producido un hombre tan Sabio como Antonio Agustino, y un Historiador tan eminente como Jerónimo Zurita.

Médicos de Valencia, luengas haldas, y poca ciencia. No sé lo que era Valencia en orden a Médicos cuando se fabricó el adagio. Pero sé que hoy la Escuela de Medicina de Valencia es una de las mejores de España.

Ruín con ruín, que así casan en Dueñas. En Dueñas hay Hidalgos como en otras partes, y casarán Hidalgos con Hidalgas, como en otros Lugares.

14. Otros muchos Adagios hay igualmente, y aun más falsos que los pasados, y sobre eso maldicientes, escandalosos, sacrílegos, porque son infamantes de los Eclesiásticos (en común) ya Regulares, ya Seculares; habiendo entre ellos no tan pocos desatinados, que hasta ahora no sé que hayan salido dicterios tan injuriosos contra los Eclesiásticos Católicos de la boca, o pluma de algún Hereje. Con todo, andan estampados en un Libro que se reimprimió en Madrid el año de 1619, su Autor Hernán Núñez, que comúnmente llaman el Pinciano; y creo que es Libro raro. Para el intento que sigo de reprobar la mal fundada fe que Vmd. tiene en los Adagios, nada sería más eficaz que proponerles delante algunos de aquellos impíos refranes. [10] Pero no puedo vencer la repugnancia que siento en mí, para transcribir tales variedades.

15. No negaré yo a Vmd. que los más de los Adagios, con grande exceso son verdaderos, y que entre ellos hay algunos muy agudos, que incluyen hermosísimas sentencias. Pero basta que haya muchos falsos, y ruínes, para que legítimamente se recuse por prueba de cosa alguna la autoridad de un Adagio. Y con esto tengo respondido a Vmd. a quien deseo servir con fino afecto, &c.


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{Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), Cartas eruditas y curiosas (1742-1760), tomo tercero (1750). Texto tomado de la edición de Madrid 1774 (en la Imprenta Real de la Gazeta, a costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros), tomo segundo (nueva impresión), páginas 1-10.}


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