La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto Filosofía en español
Antonio de Guevara 1480-1545

Libro áureo de Marco Aurelio

Capítulo VIII
De un razonamiento que hizo Marco Emperador a los ayos que avían de criar al prínçipe, su hijo, en el qual se ponen muy buenas doctrinas para los moços.


Passado todo lo sobredicho, el buen Emperador, por dar cuenta de lo que avía hecho y proveer en lo que se avía de hazer, llamados aparte aquellos nueve sabios, díxoles aquestas palabras:

Fama muy affamada es en Roma lo que yo he hecho en el Imperio: de poner muy gran diligencia en descobrir todos los sabios, y en la curiosidad que he mostrado de quedarme con los mejores. Si de verdad sois prudentes, de ninguna cosa estaréis escandalizados. El enojo de las cosas malas viene de cordura, mas la admiración de cosas buenas proçede de poco juizio o menos experiencia. No se sufre en el sabio admiración, porque mostrar sobresalto en cada cosa es pregonar no ser constante en ninguna.

Yo he hecho de vosotros estrecho examen, y la causa desto es que yo hallo que por estrecho examen han de passar los que en estrechas amistades se han de admittir. Las amistades muy frescas, a tres días empalagan. Siempre lo vi, y aun en mí lo experimenté, que los amigos que fácilmente tomamos, fácilmente los dexamos. Miento si no me acontesció con un anciano romano, al qual por su merecimiento y canas yo llamava padre, y por el amor y doctrina me llamava hijo, que preguntándome en un caso muchas cosas, y yo no le queriendo descobrir ninguna, me dixo estas [48] palabras: «Mira, hijo, en la ley está de los amigos que el amigo todas las cosas fíe del amigo, con tal que primero mire qué tal es el amigo.» Por cierto fue bueno el consejo y el que me le dio muy bueno. Tenía razón aquel viejo.

El curioso cavallero, si quiere comprar un cavallo, primero le corre y toma a prueva antes que hable en la venta: si no le contenta, aun a menos precio no le toma; si le agrada, por gran precio no le dexa. Justo es que, pues se examina el animal antes que entre en el establo, se examine el hombre antes que venga a casa. Pues si el cavallo que no ha de comer sino paja y çevada por sola una tacha es dexado, ¿quánto más el amigo que en el pesebre del coraçón se ha de çevar de nuestros secretos y afficiones por muchas faltas que ay en él no ha de ser admittido?Fue un philósopho llamado Arispo el primero en los tiempos de Sylla y Mario, el qual dezía que los amigos avían de ser como los buenos cavallos, conviene a saber: que tuviesen la cabeça pequeña, por humilde conversación; el oýdo bivo, para quando los llamaren; la boca blanda, por la lengua templada; la carona dura, para sufrir trabajos; las manos abiertas, para hazernos bien; los suelos seguros, para perseverar en la amistad; el color vayo, por la buena fama; y finalmente el cavallo rebuelto es el amigo manual. Y a lo sobredicho añado esta palabra, y es que sea sin córcobos, conviene a saber: que por allí vaya por donde mis hados bolvieren las riendas de mi fortuna. Entiéndanme los dioses si los hombres no me alcançan.

Tornando, pues, al propósito, hágohos saber que por eso hos tomé por amigos tarde, por no despediros temprano. De los çerezos que echan flores en febrero no esperemos çerezas en mayo. Los amigos han de ser como los morales, que en tal tiempo dan las moras que son su fruto, que ni temen heladas de mayo como viñas, ni ventisqueros de octubre como membrillos. Quiero dezir que ni vienen con los hados buenos ni se van con la fortuna mala. No es assí, por cierto, de los ametalados amigos, que como la hez oxea a los borrachos de la taverna, assí la adversidad despide a los fingidos amigos de casa. Y porque no es accepto el [49] servicio adonde no es cognoscida la voluntad con que se haze, tened seguridad de mi contentamiento, pues yo le tengo de vuestras obras.

Veniendo ya al caso de nuestro particular colloquio, yo hos tomé para ayos deste niño, y mirad que entre muchos señalé a vosotros pocos, porque entre pocos se señale mi hijo uno. Sus amos en el puerto de Hostia le dieron dos años de leche, y su madre Faustina le dio otros dos de regalo escusado. Yo, como buen padre, quiero darle veinte de castigo. A Faustina le desplaze por dexarle tan temprano; a mí me pesa por tomársele tan tarde. Y no es de maravillar, porque las mugeres con la liviandad, y los niños con no saber, occúpanse en sólo lo presente, mas los hombres cuerdos deven pensar en lo pasado, ordenar lo presente y con mucha cautela proveer en lo futuro.

Acuérdome cada año del día que me le dieron los dioses; acordarme he cada día de este día en que yo le doy a vosotros. Los dioses a mí y yo a vosotros le damos mortal por ser hombre, pero vosotros a mí y yo a los dioses le tornaremos immortal por ser sabio. ¿Qué más queréis que diga? Por cierto, los dioses le hizieron hombre entre los hombres por el ánima; yo le engendré bruto entre los brutos por la carne. Vosotros le haréis dios, si queréis, entre los dioses por la fama. Pregúntohos una cosa: yo ¿qué le di a mi hijo sino carne mortal con que aya fin su vida?; pero vosotros le daréis doctrina con que no perezca su memoria. Si su tierna edad cognosciese la carne flaca que yo le di, y su offuscado ingenio alcançase la sabiduría que vosotros le podéis dar, llamaría a vosotros padres buenos y a mí padrasto malo. Y, sin que él lo diga, yo lo confieso, y es que los padres naturales de la carne somos padrastos de la nobleza, pues les dimos naturaleza subiecta a tantas mutabilidades y captiva a tantas miserias. Por cierto vosotros le seréis iustíssimos padres si su carne habituáredes desde agora a buenas costumbres y su juizio occupáredes con altas sciencias.

Y no tengáis en poco lo que oy cometo a vuestro alvedrío. La cosa en que más los príncipes han de mirar es ver [50] a quién la criança de sus hijos han de cometer. Ser ayos de príncipes en la tierra es tener un offiçio de los dioses que está en el çielo, porque rigen al que nos ha de regir, doctrinan al que nos ha de doctrinar, enseñan al que nos ha de enseñar, castigan al que nos ha de castigar, y finalmente mandan a uno el qual uno después manda al mundo. ¿Qué más queréis que diga? Por cierto el que tiene cargo de los príncipes es governalle de nao, estandarte de exército, atalaya de pueblos, guía de caminos, guión de reyes, thesorero de todos, porque se pone en manos de uno aquel por el qual después se ha de regir el mundo. Pues más hos diré, porque en más lo tengáis: que, dándohos a mi hijo, hos doy más que si hos diese un reyno. La limpia vida del hijo bivo haze gloriosa la fama del padre muerto, pues de quien se fía el hijo en la vida depende la fama del padre ya muerto.

Assí los dioses tengáis propicios y los hados muy venturosos, que si hasta aquí velávades con hijos agenos, de aquí adelante hos desveléis con el príncipe, que es para provecho de todos. Y mirad, amigos, que mucha differencia ay de criar hijos de príncipes o enseñar moços de pueblos. Los más de los que vienen a las achademias vienen a deprender hablar, pero mi hijo Cómmodo no hos le doy para que le enseñéis a hablar muchas palabras, sino que le encaminéis a hazer buenas obras. La gloria de los padres locos es ver vencer sus hijos a los otros en disputas, y la mía será quando viere a mi hijo sobrepujar a los otros en virtudes, porque la gloria de los griegos era parlar mucho y obrar poco, y la gloria de los buenos romanos era obrar mucho y parlar poco. [51]


{Antonio de Guevara (1480-1545), Libro áureo de Marco Aurelio (1528). Versión de Emilio Blanco publicada por la Biblioteca Castro de la Fundación José Antonio de Castro: Obras Completas de Fray Antonio de Guevara, tomo I, páginas 1-333, Madrid 1994, ISBN 84-7506-404-3.}

<<< Capítulo 7 / Capítulo 9 >>>


Edición digital de las obras de
Antonio de Guevara
La versión del Libro áureo de Marco Aurelio, preparada por Emilio Blanco, ha sido publicada en papel en 1994 por la Biblioteca Castro, y se utiliza con autorización expresa de su editor y propietario, la Fundación José Antonio de Castro (Alcalá 109 / 28009 Madrid / Tel 914 310 043 / Fax 914 358 362).
© 1999 Fundación Gustavo Bueno (España)
Proyecto Filosofía en español ~ www.filosofia.org ~ pfe@filosofia.org