Xavier Arzallus lee el Comunicado en la sede del PNV.
EAJ-PNV es plenamente consciente de cuál es la sociedad en la que pretende realizar su proyecto. Reconoce por tanto, y asume que la sociedad vasca como cualquier otra sociedad moderna, en la que el individuo aspira a desarrollar ejercer al máximo su libertad personal, es una sociedad plural.
Reconoce y asume también que la pluralidad que caracteriza a toda sociedad moderna tiene, en el caso concreto de la vasca, connotaciones especiales, en tanto en cuanto afecta a la conciencia que tienen sus ciudadanos de su propia pertenencia nacional así como a la modalidad e intensidad con que sus diversos territorios viven, colectivamente, esa misma conciencia plural. En este sentido:
1. EAJ-PNV propugna, en su pretensión fundacional del logro de la soberanía de pueblo vasco, el ejercicio paulatino de su autodeterminación concretado hoy en el desarrollo del estatuto de Autonomía de Gernika, la consecución de la unidad territorial y el fortalecimiento politico, económico y cultural de nuestro pueblo, considerando que es ésta la tarea a realizar por el nacionalismo vasco en los próximos años. Tras la supresión por la fuerza del régimen foral, el llamado nacionalismo vasco es la expresión del contencioso vasco, del que el auténtico protagonismo durante estos últimos cien años es el PNV. ETA, surgida durante la dictadura franquista, es una expresión violenta no democrática de este contencioso que ha adoptado las técnicas modernas de lucha de minorias denominadas como terrorismo.
2. Somos un partido que en cien años de andadura hemos demostrado una inequívoca conducta democrática en nuestro proceder interno y en nuestra actividad política. Jamás, en cien años, caímos en la tentación de la fuerza para conseguir fines políticos, pese a que prácticamente durante cincuenta de esos cien años hayamos estado prohibidos, perseguidos, encarcelados y apartados de la vida social. Por otra parte, siempre hemos condenado a todo grupo o movimiento que pretenda suplantar la voluntad popular con la lucha armada.
3. En EAJ-PNV estamos persuadidos de que además de por convicciones éticas sobre el uso de la violencia, la persistencia de ETA en su alternativa violenta causa aquí y ahora un grave daño a Euskadi, a su construcción, a su progreso, a su equilibrio social, a su economía y a su imagen. Existe también una convicción generalizada, incluso entre las policías, de que este tipo de organizaciones radicales que hacen uso de la violencia para conseguir fines políticos y están respaldados por un alto nivel de apoyo social, constituyen fenómenos que no pueden ser solucionados por vía exclusivamente policial. Es decir, que terminan en algún tipo de mesa de diálogo y negociación.
4. Nos rebelamos ante la posibilidad de ser el último resquicio del mundo occidental en el que subsiste una violencia irracional utilizada con finalidad politica, sin que pueda encontrarse una vía que permita encauzar la solución a este conflicto, que nos ahoga como pueblo y nos somete a un desolador futuro de odio y enfrentamiento. Estamos obligados, porque somos nacionalistas comprometidos con la construcción de nuestro pueblo a conseguir la paz. Desde el principio elemental del respeto de los derechos humanos de todas las personas, rechazando con todas nuestras energías la violencia, apoyando la labor de la Ertzaintza, exigida y apoyada no sólo por la justicia sino por la propia sociedad vasca, que no tolera el asesinato, el secuestro o el vandalisrno, debemos buscar y posibilitar la vía de solución, llámese de diálogo, de negociación o como se quiera.
5. De ahí que, el PNV esta dispuesto a arriesgar y a moverse para conseguir la paz sin llegar hasta el punto de dejar de ser lo que somos, adoptando o dejándonos llevar a estrategias, tácticas o colaboraciones incompatibles con nuestro ser político, ya muy definido durante cien años. Es decir, sin abandonar ni desvirtuar nuestra alternativa, ni nuestra estrategia política.
6. Independientemente de nuestro profundo escepticismo sobre la posibilidad de que ETA y el Estado vayan a resolver el conflicto que nos afecta, la verdad es que ETA, siempre ha considerado y exigido una negociación directa y exclusiva con el Estado. Estado representado primero por el Ejército español, después por los poderes del Estado y ahora por el Gobierno español. Asimismo, ETA siempre ha rechazado cualquier intervención del PNV o de cualquier otro, atribuyéndole al PNV, únicamente el papel de desbrozador del camino. En su exigencia negociadora, ETA ha presentado a lo largo de los últimos años distintas formulaciones: la alternativa KAS propugnada durante largo tiempo y últimamente su 'oferta de paz', que han denominado como 'alternativa democrática' de abril de 1995. Por parte de los distintos gobiernos, no se ha negado la posibilidad de un final negociado o dialogado, se insiste simplemente en que ETA debe de deponer las armas o dejar de matar para poder pensar en una negociación, en todo caso, no de contenidos políticos.
7. EAJ-PNV nunca ha pretendido ni debe pretender entrar –salvo que sea requerido por las partes–, en un proceso de negociación como el antedicho. Habida cuenta del aferramiento de ETA al esquema negociador ETA-Estado, EAJ-PNV advierte no estar dispuesto a permanecer inactivo ante un permanente impasse de esa posible negociación bilateral. Reservándose por tanto, las formas de posición y acciones que su propia responsabilidad le exijan.
8. Por tanto, consideramos que debemos manifestar al Gobierno, en cuanto que se considera a sí mismo máximo responsable del orden democrático y de la paz social, y a ETA, en cuanto exige una negociación con ese Gobierno para abandonar sus métodos violentos: a) Que ha de ponerse punto final a esta situación. b) Que cualquier intento serio en tal sentido tendrá nuestro apoyo, sin pretensión alguna de protagonismo. c) Que vamos a participar en cuantos movimientos de opinión independientes y populares que, con sinceridad y rigor tengan como objetivo crear un clima favorable a la solución del conflicto, para que, en todo caso, la sociedad vasca extraiga sus propias conclusiones respecto de la sinceridad y el esfuerzo realizado por las partes implicadas en querer buscar una solución.
9. EAJ-PNV reconoce los efectos positivos del Pacto de Ajuria Enea, cuya virtud principal ha sido la concienciación de la sociedad vasca, ante el sinsentido de la violencia. Dicho Pacto ha sido con frecuencia tratado de manera reduccionista y, en vez de haber sido desarrollado como una auténtica oferta de normalización y pacificación ha sido utilizado –por algunos– para configurar y proyectar un «frente antiterrorista». Teniendo en cuenta que las divergencias surgidas entre los integrantes del Pacto han sido y son importantes, entendemos que el Pacto, si de verdad quiere contribuir a generar dinámicas activas de pacificación, precisa de una revitalización y una actualizada reformulación, que pueda propiciar en un futuro próximo una ampliación.
10. A la vista de otras experiencias internacionales que intentan reconducir conflictos igual o más enconados que el nuestro, EAJ-PNV no renuncia a mantener con otras formaciones políticas, sindicales y sociales, sin exclusiones, cuantos contactos o iniciativas sean necesarios para encauzar la solución a la actual dinámica de violencia existente en Euskadi.
11. En todo caso, EAJ-PNV comparte con el pueblo vasco su ansia de paz. Y no estará convencido de que algunas formaciones políticas la desean tanto como proclaman, mientras no compruebe con claridad que el problema de la violencia se sustrae del tráfico electoral y de la dialéctica poder-oposición. El camino de la paz y de la normalización política puede ser largo y complicado. EAJ-PNV considera una prioridad política conseguir la paz y conseguirla por el camino más corto posible, en un marco de dignidad y de libertad. Como decíamos en 1992, «el riesgo de fracaso no tiene parangón con cualquier beneficio para la paz, por mínimo que sea». EAJ-PNV muestra su voluntad de no parar en la búsqueda de la paz.
Euzkadi Buru Batzar, 27 de enero de 1997.
Se sigue el texto difundido desde el Ministerio del Interior de España
