El Escorial
Día 28 de junio de 1946 a las once de la mañana

Continúa la discusión de la quinta ponencia

La primera sesión celebrada en San Lorenzo de El Escorial tuvo lugar bajo la presidencia del Excmo. Sr. Arzobispo de Cardiff, y con asistencia del Presidente internacional de PAX ROMANA, Sr. Ruiz-Giménez; el Vicepresidente, Mr. Kirchner, y otras personalidades.

Antes de entrar en el orden del día, el Presidente internacional, Sr. Ruiz-Giménez, dirige un saludo y homenaje a uno de los delegados uruguayos, Carlos Lacalle, que, adelantándose al grueso de su Delegación ha llegado a este Congreso con alguna anticipación sobre aquélla, así como también al Rvdo. P. Sancho, ex Rector Magnífico de la Universidad de Santo Tomás, de Manila, a la cual representa en las sesiones de este Congreso. Da también lectura a un telegrama de la Real Academia Pontificia de Ciencias, por el cual nombra representante suyo en este Congreso al Dr. García Siñeriz, y otro de adhesión de la Universidad Católica de Milán.

En sustitución del delegado suizo, M. Schwarzenbach, Presidente de la segunda comisión de la quinta ponencia, «El universitario católico ante los problemas de la Cristiandad», por imposibilidad material de éste, actúa Mr. Kirchner, el cual indica no están aún completas todas las conclusiones de esta Comisión. Da lectura a la primera conclusión que, en esencia, dice que el más hondo enemigo del mundo es el odio y la lucha de clases, y que son necesarios para combatirlos las leyes de la caridad cristiana. ¡Como segunda conclusión expone la necesidad de que cada Federación establezca un Secretariado de acción social cooperante con el Subsecretariado coordinador de acción social de PAX ROMANA.

Y que aquel Secretariado:

La tercera conclusión habla de que el universitario debe luchar contra el materialismo ateo en la teoría y en la práctica.

La cuarta conclusión viene a decir que habiéndose celebrado simultáneamente con este Congreso el IV Centenario del P. Vitoria, PAX ROMANA recomienda la propagación de sus doctrinas, basadas en las leyes divina y natural, y apoyando así a todos los hombres de buena voluntad que trabajan por tan alto fin.

Iniciada la discusión de los anteriores proyectos de conclusiones, el P. Velaz, asistente de la Delegación de Venezuela, dice que en Salamanca, en relación con estas cuestiones, se habló del protestantismo, y manifiesta que entonces fue mal interpretado por los países en que existe una minoría católica, añadiendo que no se trataba del problema en aquellas regiones, sino más bien del peligro que suponía para Iberoamérica la invasión protestante. La colaboración en los países con minoría católica está controlada por la jerarquía eclesiástica; pero la cuestión iberoamericana es de carácter diferente. Se trata de miles de pastores y de importantes centros de enseñanza, siempre a base de elementos extranjeros. Continúa diciendo que los delegados de los países en que existe minoría católica sostenían que el protestantismo en ellos colabora frente al comunismo; pero, precisamente en América, la cuestión es la contraria, y termina pidiendo una solidarización de los países de todo el mundo ante este problema.

El P. Fuentes, de El Salvador, dice la necesidad de buscar una manera de armonizar los diferentes puntos de vista, y propone que en los países de minoría católica el protestantismo sea condenado exclusivamente como doctrina disolvente, y en los países americanos del Sur y Centro, como enemigo.

El Presidente internacional propone se reúnan los jefes de las Delegaciones con el Comité Ejecutivo para discutir y cambiar impresiones, pudiendo así lograrse una fórmula de defensa, teniendo, al mismo tiempo, en cuenta, las situaciones concretas.

El Dr. Mariño, de la Delegación de Colombia, propone pase a estudio de la primera Comisión de la quinta ponencia; pero el Sr. Ruiz-Giménez insiste en la conveniencia del cambio de impresiones, que queda acordado.

Con referencia ya a los proyectos de conclusiones, el Dr. Mariño dice que existen puntos de la segunda Comisión no tratados ideológicamente por la primera.

Claudio Escarpenter, jefe de la Delegación cubana, impugna la primera conclusión, diciendo se trata más bien de materia de la tercera ponencia. El delegado portugués, Gomes da Silva, indica la conveniencia de añadir a los conceptos de caridad cristiana el de justicia. José de Cuadra, de la Delegación española, aclara que el abrazo de las personas no supone una comunidad de ideas. Mr. Kirchner, jefe de la Delegación de Estados Unidos, manifiesta que la sugerencia del Prof. Gomes da Silva no fue aceptada por la Comisión y que ya se dijo que San Agustín hablaba de que al odiar el error debemos amar a las personas que son sus víctimas. En vista de lo cual, el proyecto es aprobado en su redacción actual.

Respecto a la segunda conclusión, Ramos, jefe de la Delegación mejicana, indica que debe recomendarse a toda Federación un sentido de combate, y cabría adoptar una conclusión en que se dijera que cada Federación debe sentir una gran preocupación ante los problemas de la Cristiandad, y también, que el universitario católico no debe ser indiferente a los problemas de la paz, y que la actividad de PAX ROMANA en este punto debe ser enérgica y combativa. El P. Caillet, O. P., asistente de la Delegación ecuatoriana, indica la posibilidad, por su parte, de leer un proyecto referente a los problemas discutidos; pero el Presidente internacional le indica sería más conveniente lo pasara directamente a la Comisión. El catedrático de la Universidad de Valencia, Sr. Corts Grau, dice que no debemos hacer afirmaciones más débiles que las contenidas en las encíclicas pontificias y que la propuesta de Ramos es demasiado general, pues, desde luego, es obvio que la preocupación es el punto de partida que nos ha llevado a este Congreso. El Sr. Ruiz Giménez dice es posible aceptar el proyecto de Ramos, dándole un carácter más concreto, e insiste en que debe hacerse algo práctico en las Federaciones respecto a la cuestión internacional, proponiendo la creación de un Secretariado de relaciones internacionales en cada Federación, adhiriéndose a este proyecto el delegado portugués, añadiendo que el universitario debe acudir a este Secretariado para informarse, evitando así deficiencias y críticas inmotivadas, igualmente que la facilidad de no fiarse de cualquier radio, prensa [78] o género de propaganda. El Sr. Candela, de la Delegación española, dice que este Secretariado se enfoca mirando a los problemas internacionales y que, como el máximo problema de esta índole es el comunismo, pide que dicho organismo no tenga tan sólo función informativa, sino que dicte consignas generales para una internacional católica de carácter táctico y ofensivo. El Presidente Internacional aclara que se trata de una oficina en cada país, en conexión con el Subsecretariado general.

El Rvdo. P. Almeida, de Portugal, está de acuerdo con lo anteriormente expuesto; pero quiere se implante el método de la célula del equipo, realizando así un verdadero activismo militante, a lo cual Ruiz-Giménez le contesta que en este momento se trata exclusivamente de discutir la necesidad o no del Secretariado Internacional de cada Federación. Ramos, de la Delegación mejicana, sostiene que lo interesante es sentar un principio y los métodos de carácter general. Lee a continuación unas conclusiones en las que dice que toda Federación debe sentir una gran preocupación por los problemas de la Cristiandad, y que los miembros de ella los extenderán en la Universidad por todos los medios conocidos.

Que ante la amenazada paz individual, familiar, social e internacional debe actuarse con un sentido de cruzada.

Que debe procurarse la creación de Secretariados conectados con el Secretariado Internacional de PAX ROMANA, que tendrá un grupo de estudiantes y de propagandistas, que adoptarán los medios modernos de penetración y de conquista.

El jefe de la Delegación canadiense dice que la propuesta mejicana es demasiado extensa y que el Secretariado ya está comprendido en conclusiones anteriores. El señor Kischka, de Ucrania, indica la necesidad de intercambiar métodos y experiencias para las otras Federaciones. El P. Viviani, de Chile, dice que todas estas proposiciones deben realizarse prácticamente, y que sería conveniente señalar una persona de cada Delegación que responda directamente ante PAX ROMANA y dé cuenta de la labor realizada. El delegado portugués vuelve a insistir de nuevo en la necesidad de una oposición formal al comunismo. Con estas modificaciones es aprobada la segunda conclusión, que pasa de nuevo a la Comisión para su redacción definitiva.

Respecto a la tercera conclusión, Claudio Escarpenter, jefe de la Delegación cubana, vuelve a repetir que pertenece a la tercera, con lo cual está de acuerdo Ruiz-Giménez. En vista de ello es acordado pase, en efecto, a la tercera ponencia.

La cuarta conclusión es aprobada; pero el delegado portugués dice debe pensarse, al hablar del P. Vitoria, en sus principios y en su marco histórico. Ruiz-Giménez indica la conveniencia de añadir los internacionalistas cristianos y sus doctrinas, aplicándolas al momento actual. Francesco de Piazza, Vicepresidente de la F. U. C. I., solicita que al estudio de Vitoria y al de los internacionalistas cristianos se añada una cláusula que manifieste el interés que deben tomar los universitarios en el estudio de los problemas internacionales de la paz y en la lucha por una paz basada en la justicia. El Rector de la Universidad de Oviedo, Dr. Alvarez Gendín, entrando en una cuestión puramente de régimen interno, pide se amplíen los trabajos de las Comisiones y que sólo se discutan en el Pleno las cuestiones rechazadas en aquéllas, no permitiéndose la introducción de otras nuevas, a lo cual el Presidente internacional manifiesta su aquiescencia. El delegado portugués dice sería conveniente que en la exposición de las ponencias el ponente llegase a un anteproyecto de conclusiones sobre las cuales podría trabajar ya la Comisión correspondiente. El Presidente internacional contesta que no hay propiamente ponente y que sería necesario llegar a un acuerdo entre todos los jefes de las Delegaciones; pero que esta labor podría hacerla el introductor de la ponencia, estando de acuerdo el Presidente internacional. Con lo cual se da por terminada la sesión.